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Monedas estables: ¿monedas romanas o doblones españoles para la era moderna?
Sin fronteras por diseño, estos modernos tokens digitales pueden hacer que el comercio transfronterizo sea mucho más barato y sencillo.
Es fácil considerar los activos digitales como algo completamente nuevo. Sin embargo, representan un retorno a una tendencia histórica a largo plazo, en la que el dinero es mucho más internacional que en la actualidad. Las monedas estables y los activos digitales son una forma de liberar el dinero de los sistemas de pago inherentemente nacionales y colocarlo en la internet abierta.
Para ilustrar este punto, podemos remontarnos a la década de 1950, cuando se descubrió en Kent, Inglaterra, un tesoro de denarios romanos, enterrado por un soldado en el año 43 d. C. Lo sorprendente fue que contenía monedas de la República Romana. Esto significaba que al soldado romano se le pagaba con monedas de plata que posiblemente tenían hasta 250 años de antigüedad. El equivalente moderno es pagar a un marine estadounidense hoy con doblones españoles.
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El dinero moderno tiene una vida útil mucho más corta y es mucho menos internacional en comparación con la época romana. Esta longevidad y movilidad significó que el mundo se dividió en bloques monetarios mucho más grandes. En 1800, el doblón español, también conocido como dólar de plata, se utilizaba en Latinoamérica, el Caribe, China y gran parte del Sudeste Asiático. La rupia india dominaba gran parte de Arabia y África, mientras que la lira otomana se utilizaba en los Balcanes y Oriente Medio.
Para 1900, el colonialismo había propiciado la adopción de monedas, o al menos derivaciones locales, de la libra esterlina, el franco francés y otras. Los movimientos independentistas latinoamericanos propiciaron la creación de nuevos estados-nación y, con ellos, de sus propias monedas, desintegrando así estos grandes bloques monetarios.
Tras la Segunda Guerra Mundial, se produjo un nuevo auge en el número de naciones independientes con monedas propias, como la rupia indonesia y la rupia pakistaní. Para el año 2000, el colapso de la Unión Soviética y Yugoslavia propició la incorporación de monedas como el dinar serbio y el dram armenio, lo que resultó en un total global de más de 150 monedas. Desde entonces, la tendencia ha comenzado a revertirse con el euro y la dolarización de países como Ecuador.
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La llegada de los activos digitales, que permiten colocar dinero en la internet abierta, implica que las fronteras que antes separaban las áreas monetarias se están desvaneciendo. Las monedas estables son una de las pioneras en esta evolución. A diferencia de las monedas fiduciarias o muchas monedas digitales emitidas por bancos centrales, no tienen fronteras por diseño. Se pueden enviar de forma tan fácil y económica como un mensaje de texto o un correo electrónico, y el destinatario puede guardarlas en una billetera digital. Actualmente son emitidas por empresas privadas, pero un grupo limitado de países podría tener la oportunidad de impulsar la adopción internacional o regional de sus monedas al ofrecerlas como monedas estables.
Las monedas estables pueden conducir a un retorno a la norma histórica de un mundo que existía en bloques monetarios mucho más grandes, lo que a su vez haría que el comercio transfronterizo fuera mucho más barato y fácil.
Nota: As opiniões expressas nesta coluna são do autor e não refletem necessariamente as da CoinDesk, Inc. ou de seus proprietários e afiliados.
Nick Philpott
Nick es especialista en estructura de mercado con 16 años de experiencia en el sector y actualmente es director de operaciones de Zodia Mercados, una empresa de corretaje e intercambio de criptoactivos con sede en el Reino Unido. Se incorporó al programa de posgrado de Standard Chartered en 2006, tras una breve carrera en el Ejército Británico. Posteriormente, ocupó puestos en Ventas de Mercados Financieros en Lagos (Nigeria) y como director de operaciones en operaciones de divisas, tipos de interés, crédito y repos en Londres y Singapur. Se incorporó al equipo de Negociación Electrónica de Mercados Financieros en 2015, donde fue director de Estructura de Mercado, y en 2020 se incorporó a la división SC Ventures del banco para cofundar Zodia Mercados.
