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Vivir como NFT en el Metaverso

Los espacios digitales pueden ser una extensión de la realidad, no sólo una “versión digital” de menor resolución. Este artículo es parte de la “Semana del Metaverso”.

El metaverso no consiste solo en crear experiencias virtuales realistas, sino también en hacer posibles experiencias hiperrealistas. Se trata del proceso de crear contenido personalizado basado en datos, o en lo que la gente hace y dice y lo que eso revela sobre ellos.

En cierto sentido, lo hiperreal no es solo un objetivo, sino un estado final potencialmente necesario del metaverso. La ampliación de las experiencias digitales inmersivas a miles de millones de personas solo será posible cuando la creación de contenido se automatice con inteligencia artificial (IA). La hiperrealidad se produce cuando interactuamos con contenido digital fotorrealista que LOOKS exactamente a la vida real; es tan inmersivo que la distinción entre "real" y "digital" es menos importante que la experiencia en sí. De esta manera, la hiperrealidad es una extensión de la realidad, no solo una "versión digital" de menor resolución.

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Tom Graham es el director ejecutivo y cofundador de Metaphysic, así como el desarrollador de Every Anyone, una plataforma de inteligencia artificial para crear avatares hiperrealistas basados en NFT y gestión de datos de metaverso. Este artículo es parte de"Semana del Metaverso".

Las formas en que la IA puede utilizar los datos biométricos de la cara y la voz (y nuestras preferencias reveladas en esos datos) no solo recrearán nuestros entornos físicos favoritos en línea, sino que los transformarán. En este escenario, se trata esencialmente de crear herramientas que ayuden a recuperar el control de nuestras vidas y experiencias digitales.

El metaverso promete que todo, desde reuniones de trabajo hasta entrevistas entre padres y profesores, se desarrollará en mundos virtuales fotorrealistas que se verán exactamente como nuestros hogares, escuelas y oficinas. Interactuaremos entre nosotros como avatares fotorrealistas encarnados. También habrá mundos de juegos y universos ficticios: podremos ser quienes queramos o lo que queramos.

A medida que surge este metaverso hiperreal y nuestros avatares se combinan a la perfección con quienes somos en la vida real, es necesario que mantengamos el control. Necesitamos proteger nuestras identidades y poseer los datos biométricos profundamente personales que utilizan los modelos de IA para construir y animar nuestros avatares realistas.

De hecho, la Web 3 añade una capa de propiedad centrada en el usuario a la Internet existente de “lectura/escritura”. Los tokens no fungibles (NFT) desempeñarán un papel fundamental a la hora de permitir formas más realistas de participación en el contenido y conducirán a la creación de nuevas economías digitales. En última instancia, la Internet de la Web 3 se convertirá en “lectura/escritura/posesión”. Los NFT y las tecnologías blockchain son elementos esenciales de la pila tecnológica que permitirá a la gente común crear y poseer sus propios avatares sintéticos hiperrealistas en el metaverso.

En el futuro, cada persona tendrá un NFT en su billetera que se vinculará a sus datos biométricos confidenciales que se almacenan fuera de línea. Estos NFT proporcionarán la base para nuestras identidades virtuales persistentes. Iniciaremos sesión en experiencias como "3D Immersive Zoom" y "Hyperreal FIFA 2025" usando nuestras billeteras, al igual que usamos "Iniciar sesión con Google" hoy.

Sin embargo, esto supone un cambio radical respecto de la relación que las personas tienen con sus datos en los paradigmas de la Web 2. La tecnología blockchain permitirá a los usuarios verificar su identidad en el mundo real, controlar el acceso a sus datos biométricos y dar su consentimiento sobre cómo se presentan en el contenido hiperreal.

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Esto también nos permite participar directamente en una nueva ola de economías virtuales. Por ejemplo, podremos hacer un seguimiento de nuestra participación en Eventos virtuales y recibir una compensación tanto por los datos que generemos en línea como por una parte de los ingresos por publicidad o las activaciones de marca que hagamos posibles al participar en una experiencia de metaverso.

También podremos contribuir con nuestros conjuntos de datos personales para construir mundos virtuales más representativos y realistas. Cuando formamos parte de una experiencia de contenido, es razonable que compartamos sus beneficios económicos. Este es el poder de la Web 3.

La nueva propiedad de los datos

Desde el nacimiento de Internet, hemos perdido el control de nuestros datos de dos maneras: gradualmente y luego de repente. Durante mucho tiempo, las únicas personas que plantearon inquietudes sobre la propiedad de los datos fueron los activistas que vieron con horror cómo las empresas construían cabinas de peaje en la superautopista de la información y comenzaban a extraer valor de los datos personales de las personas.

Con el auge de las redes sociales y la Web 2.0, ha sido imposible ignorar cómo las grandes empresas tecnológicas han acumulado cantidades inimaginables de información personal, a menudo sin nuestro conocimiento o consentimiento verdaderamente informado. ¿Quién lee realmente los términos y condiciones?

Para muchas personas, renunciar al control de sus datos es una decisión fácil. Los servicios y productos de Internet que utilizamos todos los días son infinitamente cómodos y nuestros datos personales son el precio de entrada. La Web 3 ofrece una ventana de oportunidad que cambiará las reglas del juego y nos permitirá reivindicar nuestras identidades virtuales hiperreales sin tener que ceder nuestros datos personales a plataformas centralizadas de terceros.

Aún quedan muchas preguntas por responder sobre la seguridad de los datos en la Web 3, como la capacidad de restaurar nuestra identidad si perdemos nuestras claves. Asimismo, es esencial que los datos biométricos de alta resolución en los que se basan los avatares personales no lleguen a manos de todas las empresas o desarrolladores que crean experiencias virtuales en el metaverso.

El concepto de extender nuestra soberanía individual al espacio virtual sin depender de las corporaciones es una idea poderosa.

Si el metaverso va a convertirse en una extensión perfecta de la realidad física y algo más, necesitaremos habilitar versiones persistentes y portátiles de nuestro yo virtual. No tenemos que cambiar nuestras identidades cuando vamos a la tienda, a la oficina o a la fiesta de un amigo en el mundo real y debería ser lo mismo en el metaverso.

Si bien podemos tener múltiples versiones de nuestro avatar hiperreal que nos permiten jugar con nuestra identidad, como crear versiones más jóvenes de nosotros mismos o representarnos como un género diferente, estas permutaciones creativas hiperreales se basan en última instancia en nuestros datos, personalidades y deseos del mundo real.

Cuando almacenamos de forma segura nuestros datos personales en NFT, podemos transportar esta información a través de espacios virtuales en el metaverso. Al mismo tiempo, los NFT le dan al usuario un control total sobre cuándo y cómo esta información personal es utilizada por terceros. Podemos demostrar que somos quienes decimos ser en cualquier contexto sin necesidad de revelar primero información personal confidencial.

Los NFT hiperreales como estos pueden convertirse en una plataforma de verificación de identidad descentralizada y controlada por el usuario integrada en la estructura del metaverso.

Esta transición a la hiperrealidad ya está en marcha. Quienes trabajan para proteger los datos personales con NFT están trazando el rumbo hacia un metaverso en el que nuestros yo virtuales tengan todas las características que valoramos en nuestras identidades de carne y hueso. De hecho, nuestros yo físicos no son fungibles y, en condiciones ideales, tenemos el control de nuestros cuerpos y acciones. Ahora, por fin, tenemos la Tecnología que permite a la gente común proteger y controlar quiénes son y qué hacen en el metaverso.

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Pero cuanto más realista se vuelve el metaverso a través del avance tecnológico, más debemos considerar en quiénes nos “convertiremos” en una Internet que LOOKS y se siente como la realidad. El metaverso hiperreal podría ser más Web 3.1 que Web 3.0, explicado como el surgimiento de una Internet de “lectura/escritura/posesión/ser”.

Si los mundos digitales que habitamos parecen exactamente como si hubieran sido fotografiados con una cámara en el lugar y están poblados de versiones fotorrealistas de nosotros mismos y de nuestros seres queridos, ¿sigue siendo solo Internet?

¿O estamos creando una extensión perfecta de la realidad que nos obliga a “ser” nosotros mismos más allá de los confines del mundo físico? ¿O estamos creando algo un BIT más que nosotros mismos?

Más sobre: de la 'Semana del Metaverso' de CoinDesk

Nota: Las opiniones expresadas en esta columna son las del autor y no necesariamente reflejan las de CoinDesk, Inc. o sus propietarios y afiliados.

Tom Graham

Tom Graham es el director ejecutivo y cofundador de Metaphysic, así como el desarrollador de Every Either, una plataforma de inteligencia artificial para crear avatares hiperrealistas basados en NFT y gestión de datos de metaverso.

Tom Graham