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Las CBDC y la defensa del bien público

Es hora de tener más claro qué pueden y T no pueden hacer las monedas fiduciarias digitales, afirma el director de operaciones de la Stellar Development Foundation.

2022 empieza a parecer un año decisivo para el futuro de las monedas digitales emitidas por bancos centrales (CBDC). En tan solo unas semanas, ya hemos visto a países adoptar posturas firmes a favor y en contra de la Tecnología , o en el caso de la Junta de la Reserva Federal de EE. UU. en su tan esperado... documento de debatepublicado la semana pasada, que exige más investigación y colaboración con las demás ramas del gobierno. En resumen,87 paísesActualmente, se está explorando el desarrollo de estas versiones digitales de efectivo, con 14 de ellas en la etapa piloto, según el rastreador del Atlantic Council.

Jason Chlipala es el director de operaciones de la Stellar Development Foundation.

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Las diferentes necesidades y preocupaciones de los países conducirán naturalmente a diversos diseños de CBDC (o a ninguno en el caso de los países que opten por no implementarlas por el momento). Se están investigando como posibles beneficios de su implementación una mayor velocidad de pago, menores costos y una mayor transparencia en los pagos transfronterizos. La inclusión financiera también se ha convertido en una prioridad generalizada para los bancos centrales, especialmente en las economías emergentes. Las CBDC combinan la simplicidad del efectivo físico con el alcance del dinero electrónico, lo que las convierte en una solución transformadora para quienes no tienen fácil acceso a los bancos ni a otros servicios financieros digitales.

El dinero es un bien público, lo que significa que se proporciona sin ánimo de lucro y para el beneficio de la sociedad. Pero el dinero también es Tecnología, con diferentes formas, características y casos de uso. Es emocionante ver cómo países de todo el mundo buscan innovaciones, como las CBDC basadas en blockchain, para mejorarlas. Es fundamental que los actores de la industria se esfuercen por educar a los responsables de la toma de decisiones sobre los factores que influyen en el desarrollo exitoso de las CBDC como una opción de pago significativa para sus ciudadanos y economías. A medida que este proceso continúa, hay tres puntos que todas las partes interesadas, tanto públicas como privadas, deben KEEP presentes.

Las CBDC no tienen por qué sustituir por completo al efectivo

Dado que cualquier CBDC funcionaría como un token y serviría como moneda de curso legal, el efectivo es la comparación obvia. Por esta razón, los debates en torno a las CBDC a veces han tendido a considerar un mundo donde todo el efectivo físico habría sido reemplazado por las CBDC. Si bien quizás sea un experimento interesante, no es el caso que debamos evaluar.

Si bien las CBDC complementarán el sistema actual, no tienen por qué reemplazarlo. Incluso en un mundo con CBDC, algunos consumidores seguirán demandando efectivo físico en ciertos casos. Se trata de brindarles opciones, ya que las diferentes formas de dinero pueden satisfacer distintas necesidades y preferencias individuales. Lo mismo ocurre con las transferencias bancarias, las tarjetas de crédito y otras formas de pago. Las CBDC no tienen por qué resolver todos los problemas relacionados con los pagos; valen la pena si ofrecen una funcionalidad nueva y útil, especialmente para quienes no siempre tienen éxito con el sistema actual.

Las CBDC no tienen por qué desintermediar a los bancos

Una preocupación generalizada es el peligro de que las CBDC desintermedien el sistema bancario comercial. En esencia, el argumento es que si la gente empieza a retirar su dinero de los bancos y a guardarlo en CBDC, el capital total disponible para actividades beneficiosas como los préstamos se reducirá considerablemente.

Este riesgo debe tomarse en serio, ya que el crédito y otros servicios financieros que ofrecen los bancos son esenciales para el buen funcionamiento de la sociedad. Sin embargo, esta preocupación puede abordarse de diversas maneras, siempre que las CBDC se diseñen con cuidado.

Sigue leyendo: John Kiff y Jonas Gross - ¿CBDC para la gente? ¿Hacia dónde se dirige la investigación sobre monedas digitales?

Por ejemplo, un sistema de dos niveles, donde los bancos y otras instituciones financieras emiten el activo respaldado por reservas, implicaría que el capital subyacente a la CBDC permanece en el sistema bancario. O si un banco central desea ser el emisor del activo, la programabilidad de una CBDC implica la posibilidad de establecer ciertos límites a los saldos para garantizar que el capital no FLOW de los bancos. La flexibilidad de la Tecnología subyacente permite diseñar las CBDC para evitar la desintermediación.

Las CBDC se pueden emitir en redes abiertas

Finalmente, gran parte del debate e investigación sobre las CBDC hasta la fecha se ha centrado en el uso de redes cerradas o "permitidas" para su emisión. Este impulso es comprensible, ya que, históricamente, garantizar la seguridad de un sistema de pagos electrónicos ha implicado controlar completamente la infraestructura sobre la que se construye (es decir, controlar las bases de datos que almacenan los saldos y la mensajería para actualizarlas). El poder de la Tecnología blockchain reside en que los emisores de activos ahora pueden obtener niveles similares de seguridad y certeza al utilizar una infraestructura común.

Las CBDC emitidas en redes abiertas facilitan una mayor competencia y experimentación. Al permitir a los innovadores del sector privado un acceso más directo a la infraestructura donde se emite una CBDC, la Tecnología impulsará una mayor variedad de servicios financieros, especialmente para quienes podrían estar desatendidos en el sistema actual. Incluso si las CBDC de redes cerradas se construyen con la mejor intención de promover la interoperabilidad, corren el riesgo de volver al mundo compartimentado que conocemos hoy.

A medida que avanzamos, depende de nuestra industria articular el valor de las CBDC, su mayor promesa de inclusión financiera y un mejor acceso a la Tecnología que beneficia no solo a un puñado de élites tecnológicas, sino al bien público en general.

Nota: Las opiniones expresadas en esta columna son las del autor y no necesariamente reflejan las de CoinDesk, Inc. o sus propietarios y afiliados.

Jason Chlipala